Redacción: Laura **
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Tabasco, rica tierra de oro negro, se encuentra en una encrucijada. A pesar de su posicionamiento líder en indicadores económicos, enfrenta desafíos críticos en el ámbito social.
Mientras que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) ha revelado que el estado ha experimentado un crecimiento impresionante del 24.3% en su actividad económica desde finales de 2019 hasta inicios de 2023, esta prosperidad no se traduce en bienestar para todos. La refinería de Dos Bocas ha impulsado notablemente este crecimiento, pero no ha alcanzado a mitigar problemas sociales acuciantes. Alarmantemente, uno de cada cuatro hogares en Tabasco ha enfrentado la escasez de alimentos recientemente.
Kristobal Melendez, reconocido por su análisis en desarrollo y crecimiento, comenta sobre esta problemática: "Es un fenómeno visto en varias regiones, donde grandes infraestructuras no se traducen en un mejor nivel de vida generalizado". Y en Tabasco, la refinería y el proyecto del Tren Maya resaltan en este contexto.
Para Ana Gutiérrez, del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), una pieza clave que falta es una política pública efectiva que realmente atienda las áreas de oportunidad socioeconómicas del estado. A ello, Dafne Viramontes, líder del Colegio de Economistas de Aguascalientes, añade la preocupación sobre la ausencia de redes locales de suministro. “Los grandes proyectos, en muchos casos, operan en silos, limitando la participación local", expone.
Esta exclusión se refleja también en la oferta laboral especializada. Tabasco, con sus múltiples talentos, no ha logrado adaptarse al ritmo y demanda de proyectos de la magnitud de Dos Bocas, lo que resulta en que muchas compañías prefieran importar mano de obra de otras regiones o incluso de fuera del país.
La inflación es otro gran adversario. Héctor Magaña, del Tecnológico de Monterrey, destaca que en julio, la inflación de alimentos en Tabasco fue alarmantemente más alta que el índice nacional.
En conclusión, el desafío para Tabasco es evidente: cómo equilibrar un auge económico con políticas que promuevan una distribución equitativa de la riqueza y bienestar. La tarea recae no solo en las autoridades, sino en la sociedad tabasqueña en su totalidad, para diseñar un futuro más inclusivo y próspero para todos.
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