Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta electa de México, ha sido una figura clave en la promoción de una ambiciosa reforma judicial que promete cambiar la estructura del Poder Judicial en el país. Esta reforma, que incluye la elección popular de jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ha generado tanto expectativas como controversias.
En un video reciente difundido en sus redes sociales, Sheinbaum aclaró que la reforma no le otorgará un poder excesivo como presidenta, a pesar de lo que se ha especulado. Según la propuesta, la selección de los candidatos a estos cargos se realizará a través de una convocatoria abierta, donde los participantes deberán cumplir con estrictos requisitos de experiencia y calificación. Una comisión de juristas expertos será responsable de revisar los perfiles y seleccionar a los candidatos que luego serán sometidos a votación popular.
El papel del tribunal electoral
Sheinbaum reconoció el papel desempeñado por los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), quienes, a pesar de las presiones y amenazas, avalaron la mayoría calificada de Morena y sus aliados, lo que permitirá realizar cambios significativos a la Constitución. La presidenta electa destacó que esta mayoría no busca concentrar poder, sino más bien democratizar el Poder Judicial al permitir que los ciudadanos elijan directamente a los jueces.
Por su parte, la magistrada presidenta del TEPJF, Mónica Soto Fregoso, enfatizó que el Tribunal actúa con absoluta responsabilidad y apego a la ley, a pesar de las críticas y amenazas que han recibido. Este compromiso con la justicia fue subrayado por Sheinbaum, quien afirmó que la reforma judicial busca precisamente garantizar que en el sistema judicial mexicano prevalezca la democracia y la transparencia.
La reforma judicial
La propuesta de reforma judicial presentada por el presidente Andrés Manuel López Obrador el pasado 5 de febrero, y que será avalada por la mayoría legislativa de Morena y sus aliados, representa un cambio profundo en la forma en que se seleccionan y nombran a los jueces en México. Si bien la elección popular de jueces ha sido un tema controvertido, Sheinbaum insiste en que la reforma está diseñada para fortalecer la justicia y garantizar que los jueces elegidos sean honestos, competentes y cuenten con una buena reputación pública.
Esta reforma también ha suscitado debates sobre la posible politización del Poder Judicial y los riesgos de que los jueces sean influenciados por intereses políticos. No obstante, Sheinbaum ha reiterado que el proceso de selección será riguroso y transparente, con la participación de juristas expertos que garantizarán que solo los candidatos más calificados lleguen a la votación popular.
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